martes, 21 de noviembre de 2017

Callas Live Remastered: Lucia di Lammermoor [FLAC]

 


De todos los roles que la Callas llevó al escenario, probablemente sea Lucia con el que logró mayor revuelo y proyección internacional. En los años 50' nadie tomaba el rol demasiado en serio y si bien fue el único título de Donizetti que logró mantenerse dentro del repertorio, era considerado mas que nada una pieza de lucimiento para la soprano ligera de turno, con una larga escena para lucir sus agilidades y sobreagudos. Figuras como Lily Pons, Patrice Munsel y una larga lista de colegas le hicieron un flaco favor al personaje al consagrarlo precisamente como un vehículo de lucimiento vocal, olvidando por completo las posibilidades dramáticas que tenía. 

La Callas cantó Lucia por primera vez en México en junio de 1952. Durante el año siguiente lo presentó en Florencia, Genova, Catania y Roma. En 1954 lo hizo en La Scala, Venecia, Bergamo y Chicago. En 1955 le tocó el turno a Berlín y en 1956 a Napoles, Viena y el Metropolitan de New York. En 1957 lo presentó en la RAI, en 1958 nuevamente en el Met y finalmente en 1959 en Dallas, totalizando 46 funciones a lo largo de su carrera. 

Lo novedoso en el enfoque de la Callas era la intensidad dramática con la que surgía el personaje y las diferentes aristas que sabía extraer en el arco del desarrollo. Por primera vez se podía apreciar en toda su magnitud el verdadero thriller romántico, adornado además de elementos sobrenaturales, que se encontraba de manera bastante explicita tanto en el libreto como en la música pero que generaciones enteras de interpretes habían pasado por alto, privilegiando el espectáculo vocal por sobre lo expresivo. Por otro lado la vocalidad dramática con la que presentaba a su Lucía era algo absolutamente inusual. La voz oscura pero maleable y con infinitas posibilidades de dinámicas, la precisión de la coloratura, los sobreagudos espectaculares, la pureza del estilo belcantista y el canto de largo aliento le sirvieron para hacerse una fama de fenómeno vocal que se vio confirmada con su primera grabación de estudio en enero de 1953 que fue con la que prácticamente se dio conocer al mercado americano. 

Esta versión captada en Berlin corresponde a un reprise de la producción que Herbert von Karajan había montado en La Scala durante enero y febrero de 1954 con enorme éxito de publico y criticas. La ocasión marcaba la primera colaboración entre la soprano y el director austriaco, como también el debut de Karajan en el repertorio italiano en La Scala.

Karajan y Callas se conocieron por medio de Walter Legge durante la primavera de 1953. Tanto el productor como el superintendente de La Scala, Antonio Ghiringhelli, tentaban al director para adentrarse en el repertorio italiano. El encuentro con Callas, por entonces ya considerada la cantante mas importante del mundo, lo terminó de convencer a montar su propia producción de Lucia. El trabajo de dirección escénica se limitó a construir toda la acción alrededor de la soprano y a iluminarla con un foco cenital durante la larga escena de la locura. Tal como describiría Zeffirelli posteriormente, simplemente "la dejó ser música, música absoluta". La noche inaugural marcó uno de los éxitos mas sensacionales de la soprano y el director en la sala. "La Scala en delirio" fue el titular de la "La Notte" en Milán. La producción tuvo 7 representaciones esparcidas entre el 18 de enero y el 7 de febrero, adornadas todas con interminables ovaciones.

El éxito obtenido en La Scala, animó al director a llevarse la producción completa a la Städtische Oper de Berlin para dos funciones el 29 de Septiembre y 2 de Octubre de1955, desde donde proviene la presente grabación.

Para mediados de 1955 la voz de la soprano había cambiado mucho desde las primeras Lucia de México en 1952, donde la voz indómita la animaba a proezas imposibles de repetir en los años posteriores. El proceso de adelgazamiento, como también una búsqueda en pos de sonidos menos angulosos, habían mermado bastante en el volumen y el arrojo del instrumento, incluso en la comparación con su versión de enero de 1954. Esto no quiere decir que ya se oigan las claudicaciones de años posteriores que la llevaron finalmente a abandonar el papel. Muy por el contrario, se la puede oír aun en buen estado vocal y capaz de entregar los elementos virtuosisticos del personaje. Si bien la Lucia berlinesa surge menos imponente en la vocalidad, es por otro lado mucho mas refinada en el enfoque del personaje, el fraseo y la amplia gama de recursos expresivos. 

Por otro lado tiene una gran contraparte en el vehemente Edgardo de Giuseppe di Stefano y el algo truculento Enrico de Rolando Panerai. Karajan se adapta a la perfección a los requerimientos de la soprano y sabe llevar el conjunto con precisión y atención al drama. A pesar de la perfecta simbiosis lograda, la relación entre soprano y director se pone a prueba tras el bis del famoso sexteto. Al parecer la decisión enfureció a la Callas y para tomarse revancha decidió darle la espalda al director durante varias secciones de la escena de la locura, haciendo que su labor de director se hiciera mas complicada de lo debido.

El remaster de Warner logra en este volumen su punto mas alto en toda la serie. Al parecer el equipo tuvo acceso a una copia de primera generación diferente a la comercializada en otros sellos especializados pues la toma de audio, que ya de por sí es excelente, se oye incluso mas clara y espaciosa. 



Maria Callas (Lucia)
Giuseppe di Stefano (Sir Edgardo di Ravenswood)
Rolando Panerai (Lord Enrico Ashton)
Nicola Zaccaria (Raimondo Bidebent)
Giuseppe Zampieri (Lord Arturo Buclaw)
Luisa Villa (Alisa)
Mario Carlin (Normanno)

RIAS Sinfonie-Orchester Berlin 
Coro del Teatro alla Scala
Herbert von Karajan (Conductor)

Warner Classics
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domingo, 12 de noviembre de 2017

Callas Live Remastered: La Sonnambula [FLAC]



Esta producción de "La Sonnambula" de Bellini a cargo de Luchino Visconti fue una de las colaboraciones mas exitosas entre la soprano y el director. Se estrenó en La Scala el 5 de marzo de 1955. Haciendo un guiño a la tradición del siglo XIX, la opera de Bellini se presentó en combinación con dos ballets cortos: "Le spectre de la rose" con música de Carl Maria von Weber y coreografía de Mikhail Folkine y una "Suite" de Tchaikovsky coreografiada por Esmée Bulnes, ambas piezas protagonizadas por Carla Fracci.

La ópera de Bellini recibió 10 presentaciones esa temporada y llegó a intercalarse con funciones de "Il turco in Italia" con dirección escénica Franco Zeffirelli. En marzo de 1957 se produjo un reprise de la producción y se montaron otras 5 funciones, esta vez con Nicola Monti, Nicola Zaccaria, Fiorenza Cossotto y la dirección de Antonino Votto, el mismo reparto llevó el título al estudio de grabación durante el mismo mes de marzo.

Finalmente La Scala llevó la producción a una gira de verano durante el mes de julio y agosto de 1957 que la llevó a presentarse en dos funciones en Köln y cuatro en el Festival de Edinburgh. Una quinta función anunciada por la producción, pero no contemplada en el contrato de la soprano, terminó por fraguar uno de los escándalos mas sabrosos de la época con la Callas abandonando la producción para asistir a una fiesta en Venecia.

La producción de Visconti se ajustaba a la perfección al arte de la Callas, destacando el físico y el porte de la soprano, que para esta época era cercano al de una sílfide, y además sabía dar especial relieve a la espectacularidad del canto. La escena final era un verdadero festín vocal que terminaba con las luces de la sala encendidas mientras la Callas arremetía las escalas del Ah! non giunge. Por otro lado el trabajo con Bernstein parece haberla inspirado a elevar el nivel de virtuosismo a nuevas alturas, incluyendo adornos especialmente escritos para la ocasión.

Meses mas tarde la soprano grabó las arias de Amina para su recital "Callas at La Scala" pero Tullio Serafin cortó de cuajo los adornos empleados por Bernstein, lo que enojó bastante a la soprano. Cuando retomó el rol dos años mas tarde, la voz había perdido mucho del peso y el fuste, sin embargo el proceso de adelgazamiento que tanto impacto causó en la voz le permitió encontrar colores mas livianos y un enfoque mas delicado y gentil en el personaje.

La remasterización se anota aquí otro triunfo en el tratamiento del sonido. En esta ocasión pudieron acceder a una cinta de primera generación y trabajar desde esa base. El sonido es mas cálido y tiene un poco mas de espacio que la anterior edición Emi de 2002.



Maria Callas (Amina)
Cesare Valletti (Elvino)
Giuseppe Modesti (Il Conte Rodolfo)
Gabriella Carturan (Teresa)
Eugenia Ratti (Lisa)
Pierluigi Latinucci (Alessio)
Giuseppe Nessi (Un notaro)

Orchestra e Coro del Teatro alla Scala di Milano
Leonard Bernstein (Conductor)

Warner Classics
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martes, 7 de noviembre de 2017

Callas Live Remastered: Andrea Chénier [FLAC]



Hace cuatro años postie esta misma grabación pero en la edición que Emi lanzó en 2002, sepan perdonar la flojera pero me permitiré transcribir ese mismo post.

La historia de esta serie de seis representaciones esparcidas entre enero y febrero de 1955 de "Andrea Chénier" es bien conocida. Cuando se anunció la Stagione 1954-1955, la ópera de Giordano no aparecía en ninguna parte, en vez de ella se anunciaba una serie de funciones de "Il Trovatore" comandadas por Mario del Monaco y Maria Callas. Las cosas tomaron un nuevo rumbo a fines de 1954 cuando el tenor descartó su participación en la ópera de Verdi y pidió a cambio una producción de Chénier, La Scala aceptó el trato dejando a la Callas en una encrucijada.

Mario del Monaco estaba por esa época embarcado en sus años mas fructíferos en el Metropolitan de New York. El 23 de noviembre de 1954 había abierto la temporada del teatro precisamente con una nueva producción de "Andrea Chénier" al lado de la Milanov y Warren con tremendo éxito de criticas y publico, lo que marcaba ademas el regreso de la ópera a los cartelones del teatro después de 14 años de ausencia desde las últimas presentaciones encabezadas por Beniamino Gigli, Rosa Ponselle y Mario Basiola en noviembre de 1930. Así las cosas, la elección de Chénier por sobre Manrico
parecía lógica y una oportunidad para reafirmar su triunfo, esta vez en el teatro mas importante de Italia.

Maria Callas no tenía el rol de Maddalena di Coigny en su repertorio activo y la lógica indicaba que sería la Tebaldi, famosa y gran Maddalena, la encargada de sustituirla en la empresa. Sin embargo, las cosas tomaron otro rumbo cuando la Callas se negó a dar un paso al lado y, según muchos, vio en la contingencia la oportunidad perfecta para entrometerse en el terreno de la Tebaldi y entrar en competencia y comparación directa con su rival. La Divina aprendió el rol en 5 días y no volvería a interpretarlo nunca mas en el transcurso de su carrera, por lo que se entiende el valor histórico de esta grabación.

La Callas no estaba naturalmente dotada para la morbidezza de la "giovane scuola" italiana. Su instrumento se volvía ingrato en el centro, algo velado y no tenia la contundencia, redondez y belleza intrínseca en el sentido mas clásico de la palabra para cantar las frases de esta literatura musical cercana al habla mas que a las acrobacias y las tesituras mas agudas del belcanto. Sin embargo, su técnica interpretativa, como su legato y su capacidad asombrosa en los matices, además del manejo técnico necesario para suplir las falencias de su centro, le permitieron penetrar en la personalidad del personaje en profundidad. Por vez primera se puede oír la transformación de inocente aristócrata a la mujer devastada por la tragedia que aparece en el acto tercero. Su lectura de "La mamma morta" se vuelve antológica, acá incluso mas desgarrada que en su versión de estudio grabada meses antes.

Mario del Monaco era un verdadero fenómeno vocal y sabía hacer frente al personaje con la valentía y el arrojo vocal necesarios, además de un carácter noble y viril en su interpretación. A pesar de sus credenciales, el rol de Chénier le presentaba varias dificultades que se hacían notorias en el último acto, que hacia transportar medio tono mas grave (como muchos otros colegas) debido a la tesitura inclemente del último dúo.

El resto del elenco se mueve entre la corrección y lo esperable en el nivel de los comprimarios de La Scala. Aldo Protti dibuja un Gerard elemental en lo interpretativo y apagado en la vocalidad. En los roles menores destaca la Madelon de Lucia Danieli.

La grabación se hizo el 8 de enero de 1955 en la noche de estreno de la producción. La calidad de sonido se emparenta bastante con Alceste y Vestale pero es mucho mas audible a pesar de las distorsiones y saturaciones. El trabajo de remasterización anota aquí un triunfo por sobre la anterior edición Emi, logrando que la orquesta suene mucho mas clara y espaciosa. Persisten aun las distorsiones en las voces de ambos protagonistas en los pasajes en forte pero en general las voces ganan en calidez.


Mario del Monaco (Andrea Chenier)
Maria Callas (Maddalena di Coigny)
Aldo Protti (Carlo Gérard)
Maria Amadini (La Contessa di Coigny)
Silvana Zalloni (La mulata Bersi)
Lucia Danieli (Maddelon)
Enzo Sordello (Pietro Fléville)
Mario Carlin (l'Abate)
Enrico Campi (Roucher)
Mariano Caruso (Un incredibile)


Warner Classics
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domingo, 5 de noviembre de 2017

Callas Live Remastered: La Vestale [FLAC]




El cambio físico de la Callas fue un proceso rápido que se vio acompañado no solamente por un evidente adelgazamiento sino también por una transformación total en la forma de vestir en público y un enfoque escénico que hacía hincapié en el aspecto físico de las heroínas que interpretaba.

Por lo que se puede deducir por fotos, el año de 1953 fue probablemente cuando lucía mas voluminosa. Prueba de esto son las producciones scalígeras de "Macbeth" (diciembre, 1952), "La Gioconda" (diciembre de 1952 y enero de 1953) y especialmente "Il Trovatore" (Febrero de 1953) donde la soprano aparece especialmente robusta. En julio y agosto de 1953, la soprano apareció como "Aida" en una producción de la Arena de Verona y las criticas fueron especialmente duras cuando se refirieron a su figura, una de ellas llegó a decir que era difícil distinguir entre las patas de un elefante y las suyas. Al parecer la critica caló muy hondo en la soprano (años mas tarde reconoció haber llorado amargamente) y se decidió a tomar medidas drásticas.

Así, decidió dedicar grandes esfuerzos a una dieta rigurosa, ejercicios y sesiones de masajes. Los meses de agosto, septiembre y octubre la soprano los pasó alejada del ojo público, salvo una solitaria performance de "Aida" en la Arena de Verona en agosto, y dedicó la mayor parte de su tiempo a las grabaciones de estudio de "Cavalleria Rusticana", "Tosca" y "La Traviata". Cuando en noviembre de 1953 apareció como "Norma" para la noche inaugural del Teatro Giuseppe Verdi de Trieste, ya se la puede apreciar mas delgada. Los efectos de la dieta se harán incluso mas evidentes en sus apariciones como "Medea" en la producción en La Scala del mes de diciembre y la famosa "Lucia di Lammermoor" dirigida por Karajan durante el mes de enero de 1954. El proceso culminó con la puesta en escena de "Alceste", durante el mes de abril de 1954, en donde ya se la puede apreciar con la figura esbelta que mantendrá por el resto de su vida.

La producción scalígera de "La Vestale" estuvo a cargo de Luchino Visconti, quién hacía su debut en el Teatro y además trabajaba por primera vez con la Callas, iniciando así una relación artística que los llevaría a montar cinco producciones en tres temporadas. El trabajo meticuloso del director para sacar el máximo provecho de la figura y el talento dramático de la soprano terminaron por moldear el producto altamente refinado en el que se convertiría la soprano en esta etapa de su carrera.

Si bien "La Vestale" de Spontini sigue siendo considerada una rareza, la audiencia italiana había tenido la posibilidad de conocer la obra en la inauguración del Maggio Musicale Fiorentino en 1933, en una producción encabezada por la gran Rosa Ponselle (quien hacía su debut italiano), acompañada de Alessandro Dolci, una joven Ebe Stignani y Tancredi Pasero. Por su parte la RAI había difundido en 1951 una performance encabezada por Maria Vitale, Renato Gavarini y Elena Nicolai. La producción de La Scala sirvió de alguna manera para revitalizar el interés en la ópera que recibiría un nuevo montaje en el Massimo de Palermo en 1969 encabezada por la Gencer y Robleto Merolla. El mismo Maggio Musicale la volvería a escenificar en 1970 con la Scotto, Franco Tagliavini y Oralía Domínguez. La RAI la volvería a presentar en 1974 con la Janowitz y Gilbert Py, en 1980 se produciría una versión en Módena encabezada por Adelaide Negri y Gaetano Scano y en el Liceo de Barcelona otra en 1982 a cargo de la Caballé, Nunzio Todisco y Bruna Baglioni. A La Scala volvería recién en 1993 en el original francés dirigido por Riccardo Muti y estelarizada por Karen Huffstodt, Anthony Michaels-Moore y Denyce Graves.

La grabación que sobrevive de la noche inaugural tiene los mismos defectos que la pasada grabación de "Alceste", aun así el trabajo de Warner hace posible apreciar el trabajo de la Callas en gran medida. No hay que esperar milagros porque la fuente original es derechamente mala.




Maria Callas (Giulia)
Franco Corelli (Licinio)
Enzo Sordello (Cinna)
Nicola Rossi-Lemeni (Il Sommo Sacerdote)
Ebe Stignani (La Gran Vestale)
Vittorio Tatozzi (Un Console)
Nicola Zaccaria (L'aruspice)

Orchestra e Coro del Teatro alla Scala di Milano
Antonino Votto (Conductor)

Warner Classics
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jueves, 2 de noviembre de 2017

Callas Live Remastered: Alceste [FLAC]




El rol de Alceste fue en décadas pasadas el vehículo de lucimiento de grandes sopranos dramáticas, principalmente las que provenían del repertorio wagneriano. Nombres de leyenda como Félia Litvinne o, su pupila, la célebre Germaine Lubin, fueron grandes exponentes del papel durante la primera mitad del siglo XX.

El título llegó al Metropolitan recién en Enero de 1941 en una producción pensada precisamente para Germaine Lubin, quien lo había cantando con gran éxito en París pero las autoridades alemanas que ocupaban Francia por ese entonces le negaron la visa y el título cayó en manos de la gran Marjorie Lawrence, un par de meses antes que la poliomielitis paralizara sus extremidades. Fue programada nuevamente en 1952 para lucimiento de Kirsten Flagstad y por última vez en 1960 con Eileen Farrell.

Esta producción de La Scala fue diseñada por Margherita Wallmann y fue una de las primeras en donde el cambio físico de la soprano comenzó a hacerse evidente y tanto el vestuario como el trabajo de iluminación comenzaron a sacar partido de su nueva figura.

Para la época la voz y el arte de la Callas estaba en su mejor punto de balance y la soprano se permitía alardes de flexibilidad estilística que pocas colegas podían lograr. Prueba de esto es su agenda para el mes de abril de 1954 que incluyó las cuatro funciones de "Alceste" (4, 6, 15 y 20) con cinco de "Don Carlo" (12, 17, 23, 25 y 27) y el comienzo de las sesiones de grabación de "Norma", esparcidas entre el 23 de abril y el 3 de mayo.

La grabación si bien es interesante como documento histórico, es un desastre en términos de calidad de sonido. El trabajo de remasterización no agrega nada nuevo y sólo queda lamentar que se conserve Alceste y no su Elisabetta di Valois en "Don Carlo".


Maria Callas (Alceste)
Renato Gavarini (Admeto)
Paolo Silveri (Sommo Sacerdote)
Rolando Panerai (Apollo)
Giuseppe Zampieri (Evandro)
Silvio Maionica (Tanato)
Enrico Campi (L'araldo)
Nicola Zaccaria (La voce dell'oracolo)

Orchestra e Coro del Teatro alla Scala di Milano
Carlo Maria Giulini (Conductor)

Warner Classics
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