Por ahí me dijeron que la tenía olvidada así que aquí la posteo en una de sus grandes versiones, comandada por Karajan y con una Hildegard Behrens en la cúspide de sus medios.
La Behrens era bastante desconocida cuando se publicó esta grabación, su carrera había comenzado tardíamente en 1971, a los 34 años de edad. Y si bien ya era miembro de la Opera Estatal de Berlin, su nombre no estaba entre las estrellas internacionales. La soprano se encontraba en una carrera confinada a Berlin y algunas apariciones en Frankfurt. Por su parte Herbert von Karajan estaba en la búsqueda de una soprano para una próxima escenificación de "Salomé" en el Festival de Salzburg. En su ardua búsqueda por encontrar a la cantante ideal dio finalmente con Hildegard Behrens en un ensayo de "Wozzeck" en Düsseldorf en 1974 y tras la audición de rigor se anunció su debut en el Festival de Salzburgo de 1977.
El contrato con Karajan le abrió las puertas a la soprano a otros escenarios importantes y aun antes de su publicitada aparición en Salzburg debutó en el Covent Garden como Leonora en "Fidelio" y en octubre de 1976 en el Metropolitan de New York como Giorgetta en "Il Tabarro".
Para la época Karajan usaba un método de trabajo bastante inusual, antes de poner en escena una ópera primero reunía el equipo de cantantes que el consideraba mas idóneo y realizaba una grabación comercial de la producción. Luego usaba esa misma grabación durante los ensayos técnicos de la ópera reproduciendola por parlantes en el mismo escenario, con el mismo equipo de cantantes. Era este el método que el consideraba mas eficiente.
Siguiendo ese mismo esquema, el director grabó "Salomé" en mayo de 1977 en la Sofiensaal de Viena, al parecer con el equipo de ingeniería de Decca y no de Emi. Si bien la grabación no apareció sino hasta fines de 1978, el director usó el registro durante los ensayos para la escenificación de Agosto de 1977.
Las exigencias vocales y escénicas que exige el rol han sido siempre fruto de problemas, encontrar una interprete que sea capaz de lidiar con la densa orquestación y ademas parecer físicamente una muchacha de 16 años parece ser una tarea imposible. Al parecer Karajan encontró en la Behrens una suma total que se acercaba mucho al ideal de interprete. Lo que nos llega en la grabación es una cantante inteligente como pocas, capaz de extraer la variedad de detalles del texto y al mismo tiempo lidiar con la orquestación apoyada en una técnica impecable, siempre sonando fresca y juvenil. En la comparación con la competencia, Hildegard Behrens enfoca mejor que nadie su personaje desde la juventud, equiparando la expresión con la vocalidad adolescente de Salomé. La voz es clara, fresca y flexible pero con el peso necesario para oírse por entre la maraña orquestal. La flexibilidad le permite colorear mejor que nadie las diferentes facetas del personaje, la suya es además una de las lecturas mas eróticas y sensuales captadas en disco, ayudada en gran medida por la batuta de Karajan que da preeminencia a la claridad cameristica de la partitura llena de elementos sugerentes, mas que a los elementos expresionistas y atronadores de una orquesta de mas de 100 músicos. Así mismo el director parece entender mejor que nadie los nudos de la trama reflejados en la orquestación, jugando de manera magistral con los momentos de "descanso" que permiten al oyente recopilar la información necesaria para entender el drama psicológico que se despliega desde los compases iniciales, sin pausa aparente. Usando esta estructura la ópera no pierde nunca la tensión en el desenvolvimiento del drama y permite crear una atmósfera lineal mas que meros momentos de tensión pues "Salomé" esta pensada y estructurada para ser una experiencia sin cortes ni pausas.
Si bien la gran atracción es Hildegard Behrens, sus compañeros de elenco no se quedan atrás, la Baltsa y Böhm logran una de las mejores parejas de decadentes, bastante sutiles en la caracterización comparado con otras lecturas. Por su lado van Dam logra una labor de gran expresión como Jochanaan, si bien el timbre se queda corto en riqueza y rotundidad de sonido a la hora de caracterizar el fervor y la castidad de la que la misma Salomé se fascina.
Mencion especial merece el sonido de la Filarmonica de Viena captado estupendamente por la ingeniería de la época.
Hildegard Behrens (Salomé)
Jose van Dam (Jochanaan)
Karl-Walter Böhm (Herodes)
Agnes Baltsa (Herodias)
Wieslaw Ochamann (Narraboth)
Heljä Angervo (Page der Herodias)
Wiener Philharmoniker
Herbert von Karajan (Conductor)
EMI
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