Hace mucho tiempo que una grabación actual no me entusiasmaba tanto como cuando anunciaron el lanzamiento de esta nueva versión de estudio de la "Turandot" de Puccini, esta vez con el final original compuesto por Franco Alfano. Una novedad absoluta en cuanto a grabaciones integrales de la ópera se refiere. Para ser justos hay que decir que la escena final escrita por Alfano ya había sido llevada al disco por Josephine Barstow en su álbum de 1990 "Opera Finales" junto a Lando Bartolini y la Scottish Opera Orchestra dirigidos por John Mauceri.
Puccini sufrió grandes dificultades para darle forma a la escena final de "Turandot". Estaba obsesionado con escribir un extenso dueto de amor que según sus propias palabras debía ser grandioso. Lo irónico es que nunca logró darle forma final. Compuso de manera integral hasta el suicidio de Liù y tenía borradores de la estructura general, bocetos e ideas melódicas que presentó de manera inconclusa a Toscanini durante septiembre de 1924. Por esos días escribió: "Hablamos sobre el dueto el cual no me gusta realmente. Que podemos hacer? No lo se... veo oscuridad.. este dueto me esta volviendo loco". El silencioso cáncer a la garganta que lo atacó por estas fechas lo llevó a buscar tratamiento en Bruselas hacia donde partió durante los primeros días de noviembre acompañado por su hijo Tonio y llevando consigo 36 páginas del dueto y la escena final con la esperanza de terminar el trabajo durante su recuperación. Podemos decir sin dudas que "Turandot" lo atormentó hasta el final de sus días. El compositor no hizo mayores avances porque la enfermedad y el tratamiento le empeoraron rápidamente su estado de salud que desembocó en su fallecimiento el 24 de noviembre de 1924 en Bruselas.
La tarea de terminar "Turandot" no era para nada fácil. No sólo se trataba de organizar el material disponible sino también darle forma y la relevancia suficiente como para expresar en música y drama la conversión de la Princesa de Hielo en enamorada ardiente sin que esto resultara incoherente.
Al parecer el primer candidato para terminar la obra era Riccardo Zandonai, a quien el mismo Puccini había recomendado a Ricordi y Toscanini. Sin embargo el hijo del compositor, Tito, vetó a Zandonai del proyecto (por razones que nunca se supieron) y la tarea fue a caer finalmente a manos de Franco Alfano.
Alfano se puso manos a la obra pero Toscanini desechó la primera propuesta y le pidió re ensamblar la escena final sometiendola a varios cortes y simplificaciones. La segunda versión revisada y recortada por Toscanini es la que finalmente llegó hasta nosotros.
En el estreno de la obra en La Scala de Milan el 25 de abril de 1926, Toscanini incluso se negó a tocar la obra completa a modo de homenaje y luego del suicidio de Liù el director bajó la batuta diciéndole al público "Qui il Maestro finí".
Personalmente siempre me resultó desconcertante que ninguna de las versiones completas disponibles en la discografía se animara a registrar el final original. El trabajo de Alfano no sólo es coherente con el material melódico de Puccini sino que también logra expandir la monumentalidad de la obra, elevando el dúo final a la estatura que sospecho Puccini pretendía lograr.
El reparto de estrellas de esta nueva grabación está encabezado por la soprano norteamericana Sondra Radvanovsky, quien supera con creces la extenuante tessitura del personaje. Radvanovsky es dueña de un instrumento de inusual potencia y una envidiable extensión hacia los agudos y sobreagudos, la zona media en cambio es débil y el paso al pecho un problema que la soprano resuelve con mayor o menor éxito dependiendo del repertorio. En el caso de Turandot, la escritura insiste en la zona superior del registro, lugar donde la voz de Radvanovsky es simplemente gloriosa. Gracias a esta facilidad nos entrega una versión llena de sonidos plenos, brillantes y se da el lujo además de poder abordar esta zona en diferentes matices, siempre respetando la partitura y siempre al servicio de la expresión. El final extendido le da la posibilidad de regalarnos varias ascensiones al Si natural y al Do de alto impacto.
El Calaf de Kaufmann se oye añoso, cada vez mas opaco y refugiado en las vocales deformadas para crear el color oscuro en el que se basa su canto. A pesar de los años el registro agudo sigue funcionando hasta la cima del Do, quizás sin el squillo de otros famosos Calaf de la discografía. La soprano albanesa Ermonela Jaho entrega una sentida y hermosa versión de Liù pero con un vibrato tan marcado que me atrevería a llamarlo trémolo. Curiosamente cuando se aventura a los agudos en matiz piano el efecto es mágico y el trémolo desaparece. La interpretación está a la altura de su gran talento actoral. Michele Pertusi nos deja un sentido Timur de bella e italiana voz. Un lujo extra es el Altoum a cargo de la camaleónica voz de Michael Spyres.
Pappano logra sacar a relucir todo el drama, la tensión, los coqueteos puccinianos con el expresionismo y la hermosa orquestación del compositor apoyado, hay que decirlo, por una gran ingeniería de sonido.
La grabación se realizó en el Parco della Musica en Roma, entre el 28 de febrero y el 8 de marzo de 2022.
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Usted sigue siendo la Número UNO Mame Castafiore. VIVA..!!
ResponderEliminarEl hijo de Puccini, Antonio vetó a Zandonai porque era demasiado conocido y por eso estaría asociado con la ópera e incluso podría eclipsar a su padre.
ResponderEliminarEn esa época Zandonai estaba componiendo I cavalieri di Ekebu (Los caballeros de Ekebu).
La casa Ricordi, con el visto bueno de Toscanini y de Antonio Puccini, aceptaron que Alfano completase Turandot.
Alfano era conocido por Resurrezione, basado en la opera de Tolstoi y La leggenda di Sakuntala (la cual por cierto guarda muchas similitudes con Turandot, respecto a la orquestacion).
En agosto de 1925, Alfano firmo un contrato con Ricordi para finalizar el duo final basado en los esbozos dejados por Puccini.
El esfuerzo que implicaba (debio utilizar una lupa para descifrar los bocetos) le causo un infarto ocular en su ojo derecho
y debio pasar tres meses en cuartos oscuros.
Con todas las limitaciones, la grabación pirata que circuló del concierto de la Academia de Santa Cecilia en Roma, ofreció mejores resultados en la vocal. Uno se pregunta, si por esos 5 minutos adicionales se justificaba la grabación, como no fuese por puro marketing. Las productoras van a lo seguro y no se animan con óperas de las cuales no hay grabaciones o muy pocas. Más gracias por el esfuerzo de divulgar estas grabaciones
ResponderEliminarMuchas gracias por esta grabacion.
ResponderEliminarPues no estamos de acuerdo con la Radvanovsky. Flaquea por todas partes. Copio y pego lo que escribí en otro blog.
ResponderEliminarEscuchen la frase "or son mill'anni e mille". Ese mille está cogido por los pelos.
"Principessa Lo-u-Ling"... Ling lo ataca por aproximación 😂.
"e sfidasti inflessibile e sicura" vacilante al igual que "il regno vinto".
Las notas graves imagino que sin el micrófono anclado en las amigdalas no se escucharían: "vivo nel cuor mi sta", por citar un ejemplo. Pese a todo, tiene algunos momentos sublimes cuando la orquestación se lo permite: "Figlio del cielo, padre augusto..." toda esa parte en la que le ruega al emperador que no la entregue al extranjero, la interpreta como si no quisiera que la escucharan implorando: ¡bravo!
Ermonela Jaho, que es una artistaza en escena, por su capacidad actoral, intenta que su vibrato no la exponga demasiado, pero ahí está, muy alejada de Caballé, Scotto e incluso Ricciarelli. Mucho mejor en Tu che di gel, y en general toda la escena del tercer acto, que en Signore, ascolta.
Y lo de Kaufmann... en fin, cada día más engolado, la emisión completamente opaca.
Lo único que me ha gustado es la dirección de Pappano que sin tener la Filarmónica de Viena (como el caso de Karajan) o la Filarmónica de Londres (Mehta) consigue unos colores y unos planos de la Santa Cecilia espectaculares.
El único interés de esta grabación es el final de Alfano. Nada más.
Muchas gracias por este Turandot. Es verdad que, escuchando el de Mehta, palidece, pero es que aquel elenco es casi insuperable. Sin embargo la versión completa, en mi opinión, bien merece la pena
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Castafiore!
ResponderEliminarAcabo de escuchar esta versión, y me resulta notable en lo orquestal y en la calidad de la ingeniería de sonido, también comparto muchas de tus apreciaciones respecto a los cantantes. Eso sí, Kaufmann ya a desgastado su voz a un punto que no es para nada fonogénico, creo que de haber elegido para su papel a un Beczala (aunque este sea más lírico que dramático) el resultado global hubiese sido mucho más redondo, de resto la grabación es verdaderamente notable, Pappano como siempre se luce en el podio
ResponderEliminarBeczala hubiera sido una mucho mejor opción de todas maneras!
EliminarSí, allí creo que todos estaremos de acuerdo
EliminarEn esto juegan compromisos económicos y simpatías del director. Pappano ha digirido mucho al germano y ya había tenido experiencias con él en Santa Cecilia como con la Aída y grabaron esa ópera y Otello. El polaco frente a esa situación nula posibilidad tenía de ser considerado
EliminarAcabo de terminar de escuchar esta versión, por fin con el final original de Franco Alfano y el resultado es para mí sólo aceptable. Creo que la Radvanovsky está "bien". Logra superar de manera correcta la infame tesitura de la princesa, aunque a lo mejor en ciertos pasajes no transmite de manera adecuada el temor que todos sienten hacia ella.
ResponderEliminarKaufmann no me gusta. Nunca me ha gustado de hecho. La emisión muy poco clara. El timbre muy opaco, oscuro. Los agudos muy forzados. Mal Calaf. No le llega ni a los talones a verdaderos príncipes, como Corelli, especialmente, o incluso Pavarotti.
La Jaho, si bien es cierto tiene buena técnica y su emisión es clara, su timbre de voz para la joven Liú es demasiado grueso. Y su vibrato es un poco molesto, aunque hacia el final entrega un muy emocionante "Tu che di gel sei cinta". El resto de los coprimarios, correctos.
La dirección de Pappano está muy bien en cuanto a sacar de la magnífica partitura todos los contrastes que requiere esta ópera.
El coro está muy bien también y la orquesta bastante bien, aunque, debo confesar, que no soy muy fan de las orquestas italianas. Karajan tiene una orquesta excepcional, al igual que Mehta, e incluso la bastante malograda versión de Roberto Abbado.
La toma de sonido creo que es muy lejana. No es buena. El bombo se escucha con mucha prominencia en desmedro de, por ejemplo, el timbal y las cuerdas graves y las maderas. Creo que no está bien balanceado. Tampoco ayuda que, por razones de COVID, el coro se ubique alrededor de todas las butacas. Su grabación pierde el centro.
Para el final de Alfano, me quedo absolutamente con la grabación que hizo Josephine Barstow en el álbum OPERA FINALES en que se graba por primera vez en el mundo el final de Alfano. Es excepcional. Bartolini le gana por K.O. a Kaufmann aquí. Y la toma de sonido hacha en Glasgow (obviamente, gracias a los genios de DECCA) es impresionante. Ni parecida a la de Pappano. De hecho, las famosas fanfarrias de las trompetas celestiales (como les llamo) que van en el final, en esta versión casi ni se perciben. Si pueden escuchar este disco, por favor háganlo. Van a notar la diferencia.