Este disco doble publicado por Emi en 1995 y luego en Warner en 2005 combina dos grabaciones rossinianas que a su vez fueron publicadas de manera separada en los años de 1985 (Petit Messe Solenelle) y 1982 (Stabat Mater).
Rossini compuso la "Petite Messe Solenelle" en 1863, bordeaba los 71 años de edad y residía en Paris convertido en toda una personalidad de la socialité de la época. En su casa organizaba reuniones que combinaban las dos pasiones del compositor: la música y la comida. Si bien llevaba mas de 30 años retirado de la ópera, las reuniones terminaron por reactivar su creatividad y a menudo el compositor ofrecía piezas de cámara, muchas de ellas con canto y a las que llamo "pecados de vejez".
La Misa dista bastante de ser "pequeña", está organizada siguiendo el esquema de la Misa Solemnis y pensada para doce cantantes (ocho en el coro y cuatro solistas), dos pianos y un armonio. La primera representación tuvo lugar el 14 de marzo de 1864. Los solistas fueron todos nombres legendarios: las hermanas Carlotta y Barbara Marchisio, el tenor Italo Gardoni y el bajo Luigi Agnesi. Entre los primeros auditores se contaba a Mayerbeer, Auber y Thomas. Al día siguiente se montó una presentación con invitados de la prensa.
En 1867 el compositor emprendió la tarea de orquestar la misa al mismo tiempo que rogó infructuosamente por un permiso especial para presentar la obra con voces femeninas en las partes de soprano y alto (algo que para la época aun estaba prohibido). Cuando el permiso no le fue otorgado pidió que la versión orquestada se interpretara sólo después de su fallecimiento.
El disgusto de Rossini por las voces infantiles es algo bastante documentado, en su época calificó de "ácidos y desafinados" a agrupaciones infantiles tan famosas como las de Pesaro, Bolonia, Nápoles y Paris. Por lo que la elección del Coro del King's College de Cambridge para esta grabación no deja de sorprender. A pesar de las reservas que pueda presentar, el desempeño del grupo es de primer nivel, tanto en empaste como afinación. Probablemente Rossini se lo pensaría dos veces si pudiera escucharlos. Por otro lado estoy seguro que las hermanas Labèque habrían sido invitadas constantes a las soirée musicales en casa del compositor.
El equipo de solistas está liderado por nuestra Lucia Popp con las cuotas de belleza y musicalidad acostumbradas. El resto de solistas me parecen todos un poco fuera del espíritu camerístico de la obra. Gedda está mas forte de lo acostumbrado y algo parecido se puede decir de la Fassbaender.
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